Fuente: VENECONOMÍA
Vol. 24 No. 11 - Agosto de 2007
Irse de Venezuela
No todos lo logran, pero cada día son más los que lo inten tan. Una ola de emigrantes ha salido de Venezuela desde
enero, a pesar de lo difícil que es conseguir una visa de trabajo en otro país y de la tortuosa tramitación del pasaporte venezolano
Desde que el presidente Hugo Chávez anunció la nacionalización de las empresas de electricidad y telecomunicaciones, la onda emigratoria de venezolanos entre los 18 y 45 años de edad aumentó
en forma considerable. Algunas evidencias lo confirman. Una de ellas es el número de usuarios de la conocida página web www.mequieroir.com , que se dedica a asesorar a la gente que quiere salir de Venezuela con información sobre oportunidades, requisitos, contactos, experiencias, actividades, organizaciones,
asociaciones y dificultades para la residencia en otros países.
En entrevista con VenEconomía, la directora de mequieroir.com, Esther Bermúdez, señaló que desde esa fecha, el número de visitas diarias a la página pasó de 20.000 a 60.000. El número de usuarios de la página
mequieroir.com ya había aumentado en 2004, después de conocidos los resultados a favor
de la permanencia de Chávez en el poder y en 2002, tras el golpe de Estado y la huelga pe-
trolera. "Pero ésta es la primera vez que el número de usuarios se multiplica por tres",
señaló Bermúdez.
Otra evidencia anecdótica, pero reveladora, es la larga cola de 800 a 1.000 venezolanos que atiende todos los días el Consulado de España desde las 8:30 de la mañana. Según revelaron fuentes del Consulado al diario español El Mundo , la Embajada pasó de atender 200 y 300 solicitudes diarias a recibir 600 peticiones al día a finales de 2006 (coincidiendo con las elecciones presidenciales del pasado 3 de diciembre). Sólo en 2006, el Consulado español en Caracas otorgó 33.000 pasaportes a descendientes de algunos de los 350.000 españoles que llegaron a Venezuela desde la posguerra civil y hasta los años 60.
Por otra parte, el "Call Center" de la Embajada de Estados Unidos en Caracas se con gestionó después del anuncio de las nacionalizaciones, según dijeron fuentes de esa oficina al periodista Peter Millard, "se duplicaron las solicitudes diarias".
A dónde, quiénes y porqué
Los destinos preferidos por los venezolanos son Estados Unidos y España, según los registros de mequieroir.com . Sin embargo, Bermúdez recomienda a quien decida irse, la posibilidad de emigrar a Australia y a Cana dá, donde actualmente hay programas de recepción de inmigrantes y que por lo tanto, pueden ofrecer mejores trabajos y calidad de vida.
Otros rumbos favoritos son Colombia, Argentina, Costa Rica y Panamá, donde hay una política para atraer a pequeños y medianos empresarios.
La motivación principal de los jóvenes que están optando por irse del país es la búsqueda de mejores oportunidades profesionales. Muchos de los que se inscriben en el este sitio Web para recibir información están empleados actualmente, pero la situación actual no les permite ver posibilidades de progreso ni para ellos ni para sus familias. "Antes la mayoría de quienes querían emigrar eran solteros, ahora son los casados y con hijos los que quieren esta
blecerse en el exterior", señaló. La mayoría de las personas que aguarda pacientemente en la fila del Consulado de España es gente joven, como Albani Segura, un hijo de canarios que emigraron a Venezuela después de la Guerra Civil. "Me quiero ir a Tenerife a trabajar", comenta a El Mundo de España este caraqueño de 22 años. "En Venezuela no hay ningún futuro. La vida es cada vez más peligrosa por la delincuencia y, enci ma, no hay casi trabajo o pagan muy mal", explica.
"Desde que el líder bolivariano asumió el poder, en 1999, han salido del país cerca de 40.000 hispano-venezolanos, de una comunidad de más de 150.000" , señaló. En los primeros seis meses de 2007, los empadronados en
España han aumentado hasta los 52.916. Pero son muchos más los que tienen pasaporte español.
El destino más ansiado, sin embargo, sigue siendo Estados Unidos. De los 1,5 millones de venezolanos que viven en el extranjero, se calcula que unos 300.000 residen en el estado de Florida.
"Los primeros que vienen son los empresarios de los círculos más elevados, luego los políticos desplazados, depués los militares y los profesionales", explicó el abogado de inmigración basado en Miami, Oscar Levin, a la AP."Estamos empezan do a ver a los profesionales".
Entre 2000 y 2005, el número de venezolanos que recibió visa de residencia permanente en Estados Unidos aumentó en 42%, cuando unos 10.870 venezolanos obtuvieron sus green cards,
de acuerdo a las cifras citadas del censo norteamericano.
No todos lo logran
Aunque son muchos los que quieren irse huyendo de las perspectivas que ofrece el "socialismo del siglo XXI", no todos lo logran. Los trámites de una visa de trabajo en cualquier parte son difíciles. Aparte de Canadá y Australia, ningún otro país está esperando inmigrantes para trabajar en estos momentos.
Inclusive para ir a Canadá o a Australia, el proceso de reunir y tener todos los papeles en regla para ingresar legalmente puede demorar hasta dos años.
Y ese período de espera puede alargarse debido a que el pasaporte venezolano tampoco es un documento fácil de con seguir. Algunos han entrado en la desesperación, en una especie de claustrofobia como la que sintieron los cubanos cuando se les limitó su salida de la isla.
"Quiero expresar mi ira e impotencia después de cuatro meses y medio perdidos para intentar sacar la cita de mi menor hijo en el portal de la Onidex. Según ellos, el horario es de 9:00 a.m. a 6:00 p.m., pregunto yo, ¿para qué tanto tiempo si en cuestión de me dia hora ya no hay citas? Me imagino que el que puede entrar al portal debe tener una conexión especial. ¿Existe la misma? Ésta es la segunda denuncia sobre el mismo caso, porque la primera
fue respondida mas no resuelta. No niego su atención amable, pero no sirvió de nada. No puedo seguir esperando", escribe Pablo Mendoza, C.I. No. 11.034.651, en una carta reciente a la sección "Correo del Pueblo" de El Universal .
Otra carta, la de Carlos Yépez Rivas, C.I. No. 5.730.577, señala lo siguiente: "resulta misión imposible ya que tengo seis meses intentando meterme por Internet y ni de madrugada, ni matraca ni cola madrugadora. ¿Cómo hago? Requiero un pasaporte para mi hija. ¿Y ahora quién podrá ayudarme?".
Una impotencia similar han sentido los venezolanos que viven afuera. Durante el mandato de Chávez ya se han emitido tres versiones distintas de pasaporte y van por la cuarta (ya lista), que es la electrónica. El abanico de pasaportes en circula ción es variado. Algunos ciudadanos tienen el librito azul, que dice "República de Venezuela", otros el vino tinto, que dice "República Bolivariana de Venezuela" y otros el que dice "Comunidad Andina". Algunos ya tienen el electrónico, según la Onidex.
Los materiales para elaborar los documentos han escaseado cada vez que se ha decidido que se va a cambiar una de las versiones y pasan etapas largas en las que no se emiten pasaportes, por lo que algunos venezolanos residentes en Miami han llegado a sentir que les están quitando la nacionalidad.
Uno de ellos pasó esta alerta en una página Web:
"Nací en el Hospital Antonio Maria Pineda, en pleno Barquisimeto, soy guaro y cardenalero, nunca me dio pena mi
"acervo", mientras muchos escondían su acento, yo lo usaba. ¿Cual es el rollo?; soy guaro. He vivido en muchos lugares y hoy, a casi cinco años de no ir para Venezuela, me siento venezolano, guaro y cardenalero, pero hay un pequeño inconve niente, no me dejan ser Venezolano. Si no me dejan, al menos legalmente, ya la noticia fue oficial, el 31 de Diciembre de 2006 todos los pasaportes que no sean Bolivarianos caducaron, es decir, no sirven para nada, claro me dieron un plazo de seis meses para cambiarlo. Anticipando dicho cambio desde hace tiempo, ingrese al sitio del Consulado de Venezuela en Miami, introduje mis datos y envié la información para la cita. Eso fue hace más de seis meses; fue como en junio de 2006 y, aún hoy, no he recibido confirmación de mis datos. No se imaginan lo impotente que es sentir que uno no tiene ni siquiera un pizca de control en todo esto".
Meses antes de que su pasaporte venezolano expirase, Ricardo Villalba hizo los trámites en el Consulado de Venezuela en Miami para renovarlo. Pero, en vez de recibir su pasaporte, fue colocado en una lista de espera para recibir el documento. Eso fue hace un año, y el joven profesional continúa esperando el pasaporte.
"Hay que tener mucha, pero mucha, pero mucha paciencia'', admitió el cónsul de Venezuela en Miami, Antonio Hernández Borgo, quien agregó que la demora en la emisión de los pasaportes se debe a falta de material, ya que la Oficina Nacional de Identificación y Extranjería (Onidex) en Venezuela no lo había enviado.
El alto funcionario informó al The Miami Heraldque el Consulado pasó más de un año sin recibir material para emitir nue vos pasaportes, pero ahora ya tienen material para procesar los pedidos y que se están procesando un promedio de 50 y 60 pasaportes diarios, o unos 1,000 mensuales.
Lo que sucede es que, al igual que Villalba, los venezolanos que viven en los Estados Unidos, dependen de ese documento para mantener su legalidad en ese país, pues el Departamento de Estado de ese país no sella visas a menos que el pasaporte de la persona esté vigente por el tiempo de duración de la visa.
Y la sección Consular de la Embajada Americana informa en su actual página Web a los solicitantes de visa que no acepta los pasaportes venezolanos de color azul para realizar ningún trámite de visas a partir de junio de 2007.
Y es que la Onidex había anunciado que, para esa fecha, los pasaportes que tuvieran la nomenclatura República de Vene zuela y República Bolivariana de Venezuela vencían el 30 de junio de 2007. Ahora el Gobierno ha resuelto darles una prórro ga hasta su vencimiento.
Entre tantas versiones de pasaporte, fechas vencimientos y dificultades, muchos de los que ya están afuera no se atreven a viajar de vuelta a Venezuela, no vaya a ser que en algún Aló Presidente cambien de nuevo el librito o el chip, como pueden cambiar aquí cualquier regla, comenzando por la propia Constitución.
María Eugenia Díaz
Un Abrazo desde Kalispell, MontanaCarolina(Luisa Carolina Burgos)
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