| DESDE PUERTO LA CRUZ.- El pasado 10 de septiembre la agencia de noticias Reuters reseñó que Pdvsa había designado como presidente de PetroAnzoátegui (nombre que el gobierno le ha dado a lo que fue Petrozuata) a un ingeniero investigado por peculado culposo y daños a las operaciones de la refinería de El Palito.
Se desprende de la nota que tal nombramiento, podría ser el reflejo de la falta de personal preparado dentro de la estatal petrolera que la estaría forzando a colocar en posiciones directivas a personas sobre las cuales pesan cargos por negligencia.
Aunque considero que hay una crisis real de gente preparada en la "nueva Pdvsa", no creo que ésa haya sido la razón de peso para colocar en la presidencia de lo que fue Petrozuata al sospechoso ingeniero.
Más bien creo que esta persona fue designada por la que constituye una cualidad suya: la adhesión incondicional al llamado "proceso".
Temo que esa cualidad pesa más que cualquier error, intencional o no, que haya podido cometer en el pasado (o que cometa en el futuro mientras se mantenga el actual régimen). En la "nueva Pdvsa" la lealtad al líder único está por encima de cualquier otra cosa, como lo ha manifestado su actual presidente, quien también funge de Ministro de Energía y Petróleo; la fe ciega en el "proceso" sustituye a la razón, a la capacidad gerencial o al conocimiento técnico.
Las 116 fugas de combustible que, según la reseña antes mencionada, se registraron en la refinería de El Palito bajo su gestión, o la cantidad de gente preparada que ha sido expulsada por razones políticas de las distintas empresas en las que este ingeniero ha ejercido cargos de influencia desde su salida de El Palito (expulsiones que no aparecen reseñadas en la nota de prensa), son simples daños "colaterales" del "proceso", daños sin importancia para la revolución. Poco les importan (ni a él, ni a la revolución) los recursos malbaratados, el derecho al trabajo de tanta gente injustamente echada a la calle o el dolor de las familias que ven destrozadas sus esperanzas de un futuro mejor en el país. En la nueva industria petrolera, esa que se pinta "roja, rojita", sólo hay cabida para los creyentes del nuevo culto.
Esto ya lo deben saber los empleados de las llamadas "asociaciones estratégicas", que están viendo las cabezas de sus pares rodar sin mayores explicaciones. No importa cuan preparados estén, ni que tan bien hagan su trabajo. Un par de listas ya famosas definen quién se va y quién se queda. El referido ingeniero es buen ejecutor de los mandatos supremos.
Más que una consecuencia de la falta de gente preparada en Pdvsa, el nombramiento de este ingeniero en el puesto que hoy ocupa, es un buen motivo para que cada vez haya menos gente preparada dispuesta a trabajar en esa empresa.
Lo peor del caso es que el régimen de atropellos que están viviendo los empleados de Petrozuata, el apartheid al que están sometidos los 18 o 19 mil empleados botados de Pdvsa, tarde o temprano llegará a las nuevas empresas estatizadas (Cantv, la Electricidad de Caracas, y cualquier otra que esté en la mira) tan pronto como le designen a dedo presidentes de la misma clase del ingeniero cuestionado.
Es una suerte de cáncer gerencial que ataca a la gente que piensa por sí misma; un cáncer para el cual, no hay vacuna mientras no se reestablezca el estado de derecho en Venezuela. |
2 comentarios:
Esa máxima ha sido perfectamente entendida por otros aparte de Medina, que conscientes de sus limitaciones profesionales y de criterio pretenden ser mas chavistas que Chavéz para poder mantenerse o trepar cual enredadera desde la posición mas junior en forma directa y sin pasar por "GO", hasta el cargo Gerencial mas codiciado, y si en el camino se llevan por los "cachos" a sus compañeros de trabajo y a aquellos que se creían sus amigos, pues "qué pena, no es más que gajes del oficio". Y no se pregunten en donde queda la consciencia de estos individuos, pues para que remuerda, primero hay que tenerla.
Errrrrrrrrrrrrrrrga!!!!!
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